sábado, 25 de febrero de 2012

Too late.

La canción que había elegido para él se termina y un terrible silencio se instala en el dormitorio. Ella lo mira a los ojos. Realmente ve culpabilidad en ellos. Por un instante no quiere oir lo que tiene que contarle. Siente miedo de escuchar. Pero es mejor sacar la espina antes de que se clave más adentro.
-Cuéntame, entonces.
-No sé cómo empezar.
-Empieza por el principio, que es por donde se debe. Y no te dejes nada, por favor.
El chico asiente con la cabeza y se levanta. No quiere tenerla cerca mientras habla, así que se aleja todo lo posible de ella, hasta el otro extremo de la habitación. Susurra algo para sí mismo en voz baja, un rezo, una plegaria, un conjuro..., y comienza a relatarle una historia que hace un rato tuvo su último capítulo.
Son los diez minutos más largos de su vida. Un monólogo con una sola espectadora que no se pierde ni un detalle de sus gestos, ni de la entonación de sus palabras, ni de la dirección de sus miradas al concluir una frase. Una espectadora que sufre las consecuencias de no poner freno a tiempo a una situación que no iba a ninguna parte.
-Pero sé que te quiero. Y espero que me perdones.
Es el final de un discurso simple. Sincero. Aunque insuficiente. Que llega tarde. Porque todo lo que se hace sin que te anticipes, o en el mismo momento en que se produce, suele llegar tarde.


2 comentarios:

  1. :o Me encanta tu blog. Es una pasada. Los textos son impresionantes. Lso escribes tu??
    Muchos besos, pasate si tines timepo ;)
    Me seguire pasando por aqui mas veces guapa
    http://charmingflopy.blogspot.com/

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  2. Bonito blog, te seguimos, nos sigues? (: http://ouronlyvice.blogspot.com/

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