martes, 25 de octubre de 2011

Vivimos intensamente como si el tiempo nos odiara.

Para mi es muy sencillo, la vida debería vivirse al límite, no hay que someterse a ninguna norma, ni dejarse influenciar por lo que lo otros puedan decir o pensar sobre ti, hay que ver cada momento, cada idea, cada día como un verdadero reto y entonces solo así una logrará vivir la vida.
Iré en mi propia dirección, soy un sastre del desastre, lastre en cada relación, enamorada del riesgo.
¿Qué le voy a hacer si vivo tranquila en otra galaxia, si lo conocido me asfixia no calma mi ansia, preso en la nostalgia. Vivimos intensamente como si el tiempo nos odiara, morimos por cada palabra sin temerle nada, vivimos viendo cimas que están cada vez más cerca, y morimos.
He perdido tanto por no estar atenta, más que al boli y al papel y al recitar mis sentimientos, he donado todo y he dado mi sufrimiento, he abandonado a mí ser y se lo he regalado al viento.
Y aunque el suelo queme, miro hacía alante, aunque ande cansado, créeme soy un amante que teme amar demasiado, he aceptado mis dilemas, mis delirios, mis letargos, he retado al equilibrio y no consigo derrotarlo, he visto al presente a mi lado pasar de largo, he llorado sangre escribiendo un pasado amargo, he perdido el miedo.
Por los que viven en la hora en las que hayan ojos que les juzguen, por los que a veces se hunden luego resurgen, por los que lo arriesgan todo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario